31/10/07

red

Mis uñas, casi siempre rojas, van con el estado de mi ánimo. Debo habermelas pintado durante el fin de semana no menos de 5 veces. X 2, porque primero se coloca el fortalecedor y después, una vez que este se seca, el esmalte “Rubí”.
Como método eficaz para no morederlas encontré un sustituto a la ansiedad. Las rasco, con los dientes, luego una uña con otra y les voy sacando el esmalte de a una.
Puede pasar como el sábado, que llego al bar con todas mis uñas rojas y 3 o 4 charlas después ya están transparentes. Me hicieron poner nerviosa. Una amiga se había levantado, yo ocupé su lugar y rasqué rasqué. Llegó, se acomodó y preguntó: ¿qué es esto? señalando los vestigios rojos en su mesa.
- Yo, mis uñas.

3 ¿Qué ves cuando leés?:

Ana dijo...

Si, si. Las autoflagelaciones tienen maneras que resultarán raras para muchos; pero son muy propias para tantas, no?

(estoy feliz de volver a leerte)

Lale dijo...

ah. sí, el otro dia me dejaste todo el living lleno de esas cosas y yo que no veo una goma pensé que era polvo de ladrillo (¿?). cualquiera.
o será tu parte tenista que se deshace?

Anónimo dijo...

Ana: La idea es esa...y podemos ser tan creativas en el castigo, no?

Lale: jajajajaj! polvo de ladrillo? chicos, no fuemen lo que esta chica en casa. gracias.

Ves?! y ese día no hablé casi nada serio o de mi, así que apliqué el método Mag´s.