27

8/5
19:39
Dani: ya q estás al pedo, actualizá tu blog
Yo: jajajajaja
mañana
lo juro
Dani: contate una anécdota de cumpleaños :)
Yo: entonces venite con ganas de hacer anécdota

Perra.
4 ojos me miran desde el otro lado de la puerta del edificio de casita. Dos de ellos son de Pilar. Los otros dos pertenecen al ser que acuna entre sus brazos: negro, peludo, de orejas cuadradas , trompa blanca y cuatro patitas.
- Te juro que te traía de regalo una manzana, pero...
Pero, pero, pero ... 2 cuadras antes de llegar vio una perrita en una esquina, a punto de ser chocada por un auto, o varios. Alma caritativa, se la cargó.
Y ahí estaba quietita, y me miraba, medio atontada, un poco agitada y muy, pero muy asustada...creo que la perra también, pero a ella se le pasó mientras nos correteaba por las piernas, comía salamín, tomaba vino en cucharita y me meaba el parquet en reiteradas oportunidades. A Pili en cambio el cagaso le duró hasta que llegó a su casa, porque tenía miedo de que Juan la haga dormir solita en el balcón. Por suerte, accedió a que durmiera en la cocina. Incluso con la perra.

Vaca
yendogentealbaile. Los tres primeros invitados A,+,L:
- Este es el regalo de Porotis...me dijo: "comprásela a Magdrina".
- Gracias, pero vamos a tener que hablar, porque me parece un tanto infantil de su parte.
Es que no sólo Porotis ya tiene 5 meses, sino que incluso aún no cortó el cordón umbilical, sigue viviendo en la casita de la vieja- literalmente-... y así, a fuerza de convivencia, parece que me aprendió los gustos.

Paquete, rompo: ¡Taza de vaca!
...y ahí va ella, pintada, remando sobre una hojita verde, con la trompa en relieve y la cola en jarra. Nadaré con ella en un mar de café cada mañana, antes de tomarme el subte para ir a jugar.

- Basta de libros, qué tanto... tomá.
Paquete, rompo: ¡Taza de vaca!
Paquete, rompo: ¡Vasos de vaca!

Mientras Ana y Euge refunfuñaban entre ellas por algo, yo ya disfrutaba de mis tardes de té deshojando las margaritas del prado verde y florido que rodea a la vaquita de los cuernos rojos. Y planeaba brindis de leche tibia en vasitos transparentes de vaca negra hecha firuletes.


Elenita, mi hermanita
- Te traje algo, tomá ...

Paquete. Esta vez tanteo antes de romper...antes de romper a reir, lanzo la adivinanza sobre el contenido al resto de los comezales....

Amigos... lo confieso. En realidad NO me gustan las tazas de vacas: mi verdadero, secreto y oscuro berretín son los Home Theatre inalámbricos con Reprductor de DVD incorporado...




Y quiero muuuuuuuuuuuuuchos.






Bestial, animal, brutal. La manera de reirnos, y de hablar desaforados. Y de reirnos. Y de reirnos y de reirnos. De comer, de tomar, de hablar. La manera de querernos. De combinar, de hacernos juego, de encastrar, complementar y equilibrarnos (a veces). Y las animaladas por teléfono, que no estamos todos los que somos (mis silencios feroces) ni somos todos los que estamos (las lejanías). Mientras en el gallinero, nosotras cacareamos y hacemos transacciones que involucran colaless. Ellos nos miran callados mientras comen aceitunas, o cuentan anecdotas escatológicas, o hacen jocosos comentarios sobre la distribución de la casa y los artefactos del baño. Se ríen. Ellas abren la boca, impunes las carcajadas que te ponen el cuerpo en el mundo. Ella abajo de la mesa liga caricias. Nos queremos. Las vacas, las perras, las chicas, los chicos. La manada.

00.00
Soplar las velitas, mirar el corralito, y en vez de pedir, agradecer.