23/5/08

jueves, 13:15 hs

Iban caminando madre e hijo tomados de la mano por avenida Callao. Madre es la señora casi cuarentona, que le resiste bien al tiempo con el pelo largo y las piernas flacas en las botas de caña alta. Hijo es el niño de 8 grandes o 10 chiquitos años. El que usa el sweater de lana gruesa que debe picar.
Cuando van llegando a la esquina de Tucumán, madre frena súbitamente, e hijo camina aún unos dos pasos más, adelantándose a ella por una sencilla razón: inercia. Siguió solo hasta que el brazo se hizo tirón y lo devolvió a la par de mamá.
Sobre la calle frente a ellos, en el mismo segundo en el que estaban frenando, un motociclista está siendo atravesado por las ruedas del auto gris que acababa de chocarlo. La moto llegó andando sola hasta mitad de cuadra y ahí se esparció estrepitosamente en el cordón de la vereda de enfrente, en el mismo segundo en que la boca del motociclista empezaba a sangrar.
Madre intenta buscar con la mano que le sobra los ojos de hijo para tapárselos. Pero el ojo es más rápido que la mano y mientras madre bajaba la cabeza, se cruza con la mirada de su hijo que venía desde la dirección del auto.
Hijo suelta la mano, mamá no opone resistencia.
Hijo empieza a correr desaforadamente por Callao, y en el mismo segundo en que lo ve, la madre decide hacerlo también. Empieza a correr por la avenida, pero en la dirección exactamente opuesta.

5 ¿Qué ves cuando leés?:

Ana dijo...

vos me estas jodiendo?

Maguitxu dijo...

Ana+: jajajajaja me mató la espontaneidad del comentario!!!!!!

La Vidu dijo...

esto pasó?!

Euja dijo...

Qué onda Magui?

Estás filmando una peli?

Anónimo dijo...

Vidu y Euja: ¿?